Si un samurai tiene necesidad de hablar con su señor, es adecuado hablar
con el consejero del señor (o el shugenja de la casa) y concertar un
“encuentro” para discutir el asunto formalmente. Incluso aunque el
samurai vea a su señor a diario, cualquier gestión formal o importante
(como permiso para conceder seppuku, casarse o viajar fuera de las
tierras del daimyo) debe tratarse de la forma adecuada.
El daimyo puede enviar una cita para el samurai, aunque, si el daimyo quiere, puede sencillamente que “se preparará el encuentro” y no darle al samurai nunca una fecha. Tal tratamiento es, por supuesto, extremadamente deshonroso, y será percibido por los demás samurais que sirvan a ese señor, disminuyendo su lealtad y respeto por un individuo tal.
El daimyo puede enviar una cita para el samurai, aunque, si el daimyo quiere, puede sencillamente que “se preparará el encuentro” y no darle al samurai nunca una fecha. Tal tratamiento es, por supuesto, extremadamente deshonroso, y será percibido por los demás samurais que sirvan a ese señor, disminuyendo su lealtad y respeto por un individuo tal.
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