viernes, 11 de enero de 2013

El día a día de una cortesana

Kakita Imoko, la Cortesana.

La hora del Sol (6:00 – 8:00 AM): Imoko se despierta y se baña. Sus dos doncellas dedican más de una hora a vestirla y maquillarla.

La hora de la Luna (8:00 – 10:00 AM): Imoko desayuna con arroz, algas marinas y té en compañía de otros cortesanos, mientras se comentan los asuntos del día.

La hora de Hantei (10:00 – 12:00 mediodía): La hora de Hantei transcurre a diario en la Corte Imperial. Mientras el emperador agasaja a los distintos invitados y escucha el ocasional testimonio de algún magistrado imperial, Imoko se pasea entre la multitud, repartiendo cumplidos e intercambiando invitaciones para distintas reuniones.

La hora de Akodo (12:00 – 14:00 PM): Tras un ligero almuerzo a base de mariscos, Imoko dedica la tarde a recibir en su hogar a Kitsuko Heichi, diplomático procedente de las tierras del Dragón con el que espera forjar una alianza contra los agresivos León.

La hora del Doji (14:00 – 16:00 PM): Tras despedir al embajador Dragón, Imoko disfruta de un baño y se cambia de ropa, eligiendo algo más adecuado para la velada.

La hora de Shiba (16:00 – 18:00 PM): Imoko aprovecha un momento de tranquilidad para redactar varias cartas a los aliados que ha establecido entre los demás clanes, con el fin de que le tengan presente. También prepara un informe para el daimyo de la familia Kakita y compone un haiku para la cita que le espera más tarde.

La hora de Bayushi (18:00 – 20:00 PM): Imoko y sus compañeros diplomáticos de la Grulla cenan en el hogar de Doji Satsume, daimyo del Clan de la Grulla y Campeón Esmeralda, como hacen todos los meses. Imoko pasa el tiempo maniobrando para lograr una posición entre los cortesanos del Clan.

La hora de Shinjo (20:00 – 22:00 PM): Antes de acostarse, Imoko disruta de unos preciados instantes en los jardines junto a Shiba Aikei, yojimbo de un diplomático Fénix, intercambian haiku y pequeños regalos.

La hora de Hida (22:00 – 0:00 AM): A su regreso al hogar, Imoko escoge su atuendo para el día siguiente. Tras bañarse, se dispone a acostarse.

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