Por educación y decencia, los hombres y mujeres solteros de Rokugán no
pueden estar a solas juntos a menos que estén acompañados por alguien de
confianza. Para solventar este problema, una mujer soltera llevará
siempre consigo una doncella, callada y discreta, cuya única función sea
velar por el honor de su señora. Se supone que el yojimbo de una mujer
hace el mismo trabajo, aunque es aconsejable, a su vez, que si el
yojimbo es un hombre, se queden a solas el menor número de veces posible
(aunque el yojimbo, al jurar protección sobre su señora, lo hace
incluso de si mismo, por lo que faltar al honor de su señora sería igual
de grave que permitir que la matasen).
Los matrimonios concertador es una práctica tan común en Rokugán que se toma como la norma, y no como la excepción. Lo normal es que los novios no estén enamorados, de hecho es común que ni se conozcan. En caso de que un hombre sea lo suficientemente mayor y aún no tenga un matrimonio concertado, puede comenzar a concertarlo por si mismo (lo que le deja mayor libertad de decisión sobre su esposa).
Una vez acordados los esponsales, a los novios se les concerta una entrevista (en caso de que no se conozcan) para que puedan aprender las cosas más esenciales el uno del otro (es, realmente, una entrevista personal). Esta entrevista está siempre vigilada por una cortesana 8o cortesano) especializado en uniones, que intentará que ambos novios vean lo mejor de sus prometidos y sepan lo necesario.
Cuando dos miembros de diferentes Clanes (o Familias) contraen matrimonio, aquel de menor Rango, entra a formar parte del Clan y Familia del de mayor Rango (si ambos son iguales en Rango, se considera su Honor, y su Gloria). Esto es así excepto para los Utaku o los Matsu (los hombres pasan siempre a formar parte de la familia de la mujer y, de hecho, se espera que hagan vida casera, cuidando de los hijos). Cualquier hijo inmaduro de este matrimonio (o uno previo) pasa a considerarse también de dicha Familia y Clan. Los matrimonios entre miembros de distintos Clanes deben estar aprobados por los Daimyo de dichos Clanes (como suele ser por alianzas políticas, no suele ser problema, sobre todo para el Clan que gana un nuevo miembro). Del mismo modo, los matrimonios que supongan un cambio en la casta de uno de los pretendientes (por ejemplo, un samurai casándose con un samurai de una familia vasalla, lo cual le elevaría) deben ser aprobados por el Emperador. Los matrimonios sin dichas aprobaciones no son legales ni vinculantes (de hecho, lo normal es llevarse a los novios, separados, y casarlos con otras personas rápidamente o, en casos extremos, ordenarles seppuku). Si una pareja es descubierta (en una relación ilícita), tienen tres opciones: o bien él se abre el vientre y ella es vendida a una casa de Geishas (eliminada su pertenencia a la casta samurai, pero aun así con un valor mayor que una Geisha normal, suelen acabar como concubinas); o bien ambos cometen seppuku; o bien son obligados a casarse de inmediato (no es necesario el permiso del Daimyo, en este caso). Todo dependerá del clan o clanes a los que pertenezcan, la buena o mala disposición de los padres o tutores a una boda, etc.
Una boda tradicional se realiza en un templo, siendo presidida por un monje o un shugenja (a menudo amigos o aliados de la familia). Acuden a la boda los miembros de la familia directa, parientes cercanos y amigos. Los ancestros y kami familiares son invocados para que sean testigos del matrimonio y le otorguen sus bendiciones y favores a los novios. El novio hace un juramento de mantenerse fiel a su esposa y a sus necesidades 8ironico dado que tener amantes es común) y ella acepta una cinta roja en conmemoración de su juramento. A continuación los novios intercambian copas de sake tres veces, dando tres sorbos de las mismas (delante de todos los invitados) y después entran en el templo para quemar siete ramas de sakaki (un árbol sagrado). Dentro del templo la novia se desprende de la primera capa de su kimono de boda (blanca, para simbolizar que "muere" para su antigua familia), descubriendo una segunda capa (roja, para representar el renacimiento. Una vez fuera, los novios son purificados con sal y la novia se desprende de la segunda capa, que se quema como ofrenda a los Kami, descubriendo una tercera capa (de alegre colorido y que suele ser en extremo cara y hermosa). Después se procede al banquete nupcial, en el que suele haber música y actuaciones en honor a los novios.
Los matrimonios concertador es una práctica tan común en Rokugán que se toma como la norma, y no como la excepción. Lo normal es que los novios no estén enamorados, de hecho es común que ni se conozcan. En caso de que un hombre sea lo suficientemente mayor y aún no tenga un matrimonio concertado, puede comenzar a concertarlo por si mismo (lo que le deja mayor libertad de decisión sobre su esposa).
Una vez acordados los esponsales, a los novios se les concerta una entrevista (en caso de que no se conozcan) para que puedan aprender las cosas más esenciales el uno del otro (es, realmente, una entrevista personal). Esta entrevista está siempre vigilada por una cortesana 8o cortesano) especializado en uniones, que intentará que ambos novios vean lo mejor de sus prometidos y sepan lo necesario.
Cuando dos miembros de diferentes Clanes (o Familias) contraen matrimonio, aquel de menor Rango, entra a formar parte del Clan y Familia del de mayor Rango (si ambos son iguales en Rango, se considera su Honor, y su Gloria). Esto es así excepto para los Utaku o los Matsu (los hombres pasan siempre a formar parte de la familia de la mujer y, de hecho, se espera que hagan vida casera, cuidando de los hijos). Cualquier hijo inmaduro de este matrimonio (o uno previo) pasa a considerarse también de dicha Familia y Clan. Los matrimonios entre miembros de distintos Clanes deben estar aprobados por los Daimyo de dichos Clanes (como suele ser por alianzas políticas, no suele ser problema, sobre todo para el Clan que gana un nuevo miembro). Del mismo modo, los matrimonios que supongan un cambio en la casta de uno de los pretendientes (por ejemplo, un samurai casándose con un samurai de una familia vasalla, lo cual le elevaría) deben ser aprobados por el Emperador. Los matrimonios sin dichas aprobaciones no son legales ni vinculantes (de hecho, lo normal es llevarse a los novios, separados, y casarlos con otras personas rápidamente o, en casos extremos, ordenarles seppuku). Si una pareja es descubierta (en una relación ilícita), tienen tres opciones: o bien él se abre el vientre y ella es vendida a una casa de Geishas (eliminada su pertenencia a la casta samurai, pero aun así con un valor mayor que una Geisha normal, suelen acabar como concubinas); o bien ambos cometen seppuku; o bien son obligados a casarse de inmediato (no es necesario el permiso del Daimyo, en este caso). Todo dependerá del clan o clanes a los que pertenezcan, la buena o mala disposición de los padres o tutores a una boda, etc.
Una boda tradicional se realiza en un templo, siendo presidida por un monje o un shugenja (a menudo amigos o aliados de la familia). Acuden a la boda los miembros de la familia directa, parientes cercanos y amigos. Los ancestros y kami familiares son invocados para que sean testigos del matrimonio y le otorguen sus bendiciones y favores a los novios. El novio hace un juramento de mantenerse fiel a su esposa y a sus necesidades 8ironico dado que tener amantes es común) y ella acepta una cinta roja en conmemoración de su juramento. A continuación los novios intercambian copas de sake tres veces, dando tres sorbos de las mismas (delante de todos los invitados) y después entran en el templo para quemar siete ramas de sakaki (un árbol sagrado). Dentro del templo la novia se desprende de la primera capa de su kimono de boda (blanca, para simbolizar que "muere" para su antigua familia), descubriendo una segunda capa (roja, para representar el renacimiento. Una vez fuera, los novios son purificados con sal y la novia se desprende de la segunda capa, que se quema como ofrenda a los Kami, descubriendo una tercera capa (de alegre colorido y que suele ser en extremo cara y hermosa). Después se procede al banquete nupcial, en el que suele haber música y actuaciones en honor a los novios.
Hola! Muy bueno el post.
ResponderEliminarUna duda: ¿Pueden casarse samuráis con heimin?
Sería tremendamente deshonroso. Un samurai solo debe casarse en la casta samurai. Cualquier otra cosa presupondría la expulsión de su familia y clan (o algo peor).
EliminarGracias!
ResponderEliminarY si tiene un hijo ilegítimo con una heimin?