martes, 15 de enero de 2013

Las Fortunas en detalle

Las Siete Fortunas Mayores.

Benten, Fortuna del Amor romántico.


Benten es la única mujer entre las Siete Fortunas Mayores. Aunque las Siete Fortunas Mayores no tienen un verdadero líder, ella parece ser su portavoz en las raras ocasiones en que aparecen juntos. Benten es una bella diosa que se viste con tejidos hechos de olas del mar y lleva una biwa mágica con el que calma el alma de cualquier mortal. Es reverenciada por la Grulla, y ella responde a esa adoración. El Escorpión también reverencia a Benten.
Benten no es una Fortuna rencorosa y suele asistir a aquellos a quien ha maldecido para hacer sus vidas un poco más fáciles. Tanto los benditos como los malditos por Benten tiene vidas sociales interesantes, si no siempre exitosas.

Bishamon, Fortuna de la Fuerza.

Bishamon es el patrón de los bushi, aunque también de visionarios e idealistas. Es el guerrero en que los hombres piensan, quien sólo va a la batalla cuando no hay otra alternativa. Bishamon es siempre representado con una armadura completa, blandiendo una naginata y llevando un pequeño templo en una mano. Es muy estimado por el León, el Cangrejo y el Unicornio. Cuando Bishamon interviene en la vida de alguien, es a escala dramática: una tormenta con rayos en el día de una batalla crítica, o un repentino viento que barre la flota enemiga. Desafortunadamente, también puede ser impredecible hacia quienes le interesa, estén malditos o benditos. Si Bishamon siente que alguien bajo su escrutinio ha sido débil o poco honorable, puede arreglarlo para tomar un resto conveniente de su valor.

Daikoku, Fortuna de la Riqueza.


Daikoku es muy popular entre los campesinos, pues es el patrón de los granjeros y mercaderes. De todas las Fortunas, Daikoku es quien posee mejor humor y la más cercana al hombre corriente. Una pequeña rata siempre le acompaña, devorando el arroz que Daikoku derrama allá donde va. La rata no molesta a Daikoku, pues puede permitirse perder ese poco arroz. De hecho, ambos son grandes amigos, y la rata suele ser enviada a vigilar a aquellos favorecidos por la Fortuna. Daikoku lleva un martillo mágico con el que garantiza deseos a aquellos que muestran astucia.
Daikoku favorece al Clan Unicornio, ya que ellos tratan a los campesinos con mayor cuidado y respeto que cualquier otro. También respeta al Clan de la Mantis, quienes entienden la adquisición de ganancias como ninguno. También muestra cariño hacia las familias Yasuki y Daidoji. Daikoku es quizás la más engañosa de las Fortunas, y suele viajar por el Imperio disfrazada para saciar su curiosidad acerca de los mortales. Daikoku no se suele enfadar, lo cual es bueno ya que su ira es terrible. Aquellos que enfadan a Daikoku pueden encontrarse que todo el trabajo de sus vidas es reducido a nada en un instante, sus campos se tornan baldíos y sus posesiones más preciadas se reducen a polvo.

Ebisu, Fortuna del Trabajo Honesto.

Ebisu es una Fortuna simple con simples necesidades. Respeta la honestidad y el trabajo duro sobre cualquier cosa. Aunque favorece a los campesinos (quienes tienden a trabajar más duramente que cualquiera), aprobará a quien quiera que lleve un duro trabajo hacia su final. Por esta razón, es el patrón del Clan del Cangrejo, el cual tiene el trabajo menos agradecido de todos los Grandes Clanes, y de la Mantis, quienes se han ganado su posición en vez de heredarla (en tiempos de Toturi I). También siente predilección por el Clan del Tejón y por la familia Shinjo por su severa determinación. Ebisu no siente mucho amor por el Escorpión, quienes se han probado así mismos de poco fiar una y otra vez. Ebisu siempre aparece como un sencillo trabajador con ropas bastas, aunque obviamente es mucho más de lo que aparenta. Ebisu rara vez bendice o maldice a alguien – simplemente no tiene tiempo. Según Ebisu, un trabajo bien hecho es mejor que cualquier recompensa, y vivir con la carga de un fallo es un castigo suficiente.

Fukurokujin, Fortuna de la Sabiduría.

Para muchos Fukurokujin es vista como la personificación de la iluminación. Algunos eruditos creen que la Fortuna es en verdad un aspecto de Shinsei, y lo tratan con el mismo respeto. Fukurokujin suele ser representado con un rostro largo y muchas arrugas, pero con astutos y atentos ojos. Fukurokujin favorece a los Clanes del Dragón y del Fénix sobre todos los demás, pues su sed de sabiduría encuentra un reflejo en él. Fukurokujin rara vez interviene directamente en los asuntos mortales. Para aquellos a quien favorece suele aparecérseles disfrazado de vez en cuando para ofrecerles consejo.

Hotei, Fortuna de la Alegría.


Hotei es la personificación de la serenidad y la paz. Es un personaje regordete y feliz que hace amigos con facilidad y es bien recibido allá donde va. Hotei es también la Fortuna de la Serenidad, y de aquellos que conocen su lugar en el universo. Aquellos malditos por él está fuera de su lugar, desguarnecidos en la danza de los elementos. Hotei tiene favoritos en todos los clanes y no le disgusta nadie. Hotei cuida a aquellos bajo su protección, pero nunca recurre a la violencia. Cuando se produce una terrible crisis, aquellos bajo la atenta mirada de Hotei pueden encontrar una oportunidad inesperada de escapar.

Jurojin, Fortuna de la Longevidad.

Jurojin representa la salud y la larga vida, pero también es el guardián de la sabiduría sagrada. Jurojin puede hablar con todos los animales del Imperio, y reconoce cualquier cosa que ve. Por esa razón, es muy respetado por el Clan del Escorpión, y Jurojin devuelve ese respeto. Los Escorpión son hábiles supervivientes y conocedores de secretos, ambas características que Jurojin encuentra satisfactorias, aunque a veces le perturben sus métodos. Jurojin también es reverenciada por la Grulla, y su mayor capilla está situada en sus provincias. Se dice que los fieles pueden curar sus heridas y enfermedades bebiendo las aguas de su capilla. Jurojin no suele mediar personalmente en las vidas de aquellos bajo su protección, aunque la familia y amigos de tales individuos tienden a tener unas felices y largas vidas.

Las Fortunas Menores.

Ekibyogami.

Sólo aquellos que desean evitar su ira invocan a la cruel e indiferente Fortuna de la Enfermedad. Sirve a la voluntad de Jurojin cuando es requerida, difundiendo o mermando enfermedades tal y como la Fortuna de la Longevidad ve necesario. Fuera de esos edictos, sin embargo, Ekibyogami es libre de actuar como crea necesario, y tiende a estar entre las más rencorosas de las Fortunas. Si advierte alguna ofensa contra una de las Fortunas, una enfermedad caerá sobre el grupo ofensor, su familia y el área donde se encuentren. Afortunadamente para los hombres y mujeres de Rokugan, Ekibyogami tiende a ir de un lado a otro en vez de monitorizar todo Rokugan. El único templo dedicado a Ekibyogami es mantenido a diario y se encuentra cerca de Jurojin Seido en las tierras Asako.

Emma-O.

La Fortuna de la Muerte es también el juez en el más allá, enviando las almas al Yomi, al Meido, al Kaki-Do, al Toshigoku o incluso al Jigoku si sus vidas así lo dictaron. Es una Fortuna distante, que generalmente desatiende las súplicas de las almas o de sus familiares vivos. Aunque Emma-O es vista como una Fortuna cruel por algunos, lleva sus deberes como un samurai los llevaría, impidiendo que nada lo guíe salvo la justicia. Emma-O junto a Ebisu juzgan a aquellos quienes son dignos de nacer como samurai. También es sabido que requiere la guía de Fukurokujin en los casos de aquellas almas mortales para asegurar un juicio apropiado. Aunque las capillas a Emma-O son numerosas son pequeñas.

Inari.

Inari es fácilmente una de las Fortunas más populares simplemente porqué es la Fortuna del Arroz. El arroz juega un papel tan vital en la vida de Rokugan que todos los mortales le rezan al menos una vez cada día antes de comer. Es una Fortuna cuidadosa, que desea que todos estén alimentados y contentos, y es pronta a la hora de bendecir de alguna forma a aquellos que cuentan con su favor. Como el arroz es también un bien comercial, Inari a menudo trabaja junto a Daikoku para que los píos sean recompensados. Por virtud o por necesidad, el León mantiene la mayor capilla dedicada a Inari, esperando que su favor a la hora de cultivar sus estériles tierras. El Clan del Zorro también posee grandes capillas dedicadas a Inari.

Isora.


La callada y solitaria Fortuna de las costas es invocada por los marinos para pedirle que los devuelva salvos a puerto y por aquellos que viven en zonas costeras. Isora es una Fortuna temperamental, propensa a causar sufrimiento sólo para expresar sus propios accesos de ira. Otras Fortunas, apenadas, consideran que Isora está al borde de la locura; su amor, otra Fortuna, fue asimilada por la Oscuridad Viviente años atrás. Cada mañana y noche Isora se frustra y accede al enfado cuando trata de recordar sin éxito el nombre y la cara de la Fortuna que fue eliminada para siempre. Las Islas Mantis tiene los mayores templos de Isora.

Jizo.

Como Fortuna de la Misericordia, Jizo es quizás la más activa de las Fortunas. Incluso en tiempos de paz, pequeñas escaramuzas y plagas provocan que los mortales pidan a Jizo su ayuda. Muchos rokuganíes le rezan también para que interceda con Emma-O en beneficio de sus difuntos recientes, aunque la compasiva Jizo pocas veces es capaz de influir en el frío Juez de la Otra Vida. Jizo también es conocido por trabajar junto a Jurojin para llevar a sus merecedores las mejores bendiciones de una larga y próspera vida alejada de la tragedia. Naturalmente, los pacíficos Asahina mantienen la mayor de las capillas de Jizo.

Jotei.


La Fortuna del Rocío de la Mañana, también llamada curiosamente la Fortuna Reversa, es quizás la menos conocida de todas las Fortunas como su única capilla existente, escondida en la profundidad de las tierras Unicornio. Se dice que protege a las personas que son tontas pero puras de corazón. Sus vidas son como el rocío de la mañana mismo, aparentemente sin razón, pero puros y simples. Aquellos que siguen la senda de Jotei cuidan de los débiles de mente y protegen a otros quienes viven totalmente ignorantes de su karma. Se dice que Jotei tiene un poco de pícaro, disfrutando del constante humor que la vida despreocupada conlleva, y aparece en el Nigen-Do como un gran Dragón.

Kaze-no-Kami.

Unas de las tres Fortunas Sin Nombre, la Fortuna del Viento es impredecible y todo lo ve. No posee nombre ya que la Fortuna nunca se le ha aparecido a los mortales para hacerles saber su nombre. Se dice que el actual ser que es Kaze-no-Kami cambia anualmente con las estaciones, tal y como un viento nace cada primavera. Con raras excepciones, la Fortuna del Viento no se preocupa de los asuntos del mundo mortal. Ignora las plegarias de los mortales para controlar su ira con los huracanes y otros fuertes vientos, aunque Otosan Uchi nunca ha sido tocada por la furia de una tormenta. Ninguna capilla de Kaze-no-kami es más grande que otra, ya que los mortales no comprenden la naturaleza despreocupada de la Fortuna.

Kenro-Ji-Jin.

Cada granjero y jardinero tiende a tener una pequeña capilla dedicada a la Fortuna del Cultivo cerca de sus campos. Kenro-Ji-Jin es de lejos la más importante Fortuna para los granjeros del Imperio ya que una cosecha arruinada es más duro de reemplazar que un ramo de flores marchitas. La Fortuna del Cultivo tiende a ser imparcial, y hacen falta grandes esfuerzos para atraer la atención de Kenro-Ji-Jin para bien o para mal. Como representa un elemento tan básico en la vida diaria, Kenro-Ji-Jin suele interactuar con otras Fortunas, mayormente con Inari, Kuroshin, Daikoku y Ebisu. El Clan del Zorro considera el suelo que pisan como sagrado y naturalmente mantienen las principales capillas de Kenro-Ji-Jin de todo el Imperio.

Kojin.

La Fortuna de las Cocinas es también llamada en broma la Fortuna de las Amas de Casa. Muchas cocineras y esposas rezan fervientemente a Kojin, ya que se dice que protege los hogares de la siempre presente amenaza de un incendio. La mayoría de casas están hechas principalmente de madera y papel, por lo que incluso una pequeña cocina puede destruir un edificio entero. Kojin también ayuda a guiar a los rokuganíes en el arte de la cocina, el cual puede ser un ritual tal y como lo es la ceremonia del té. La Fortuna de las Cocinas es representada como una mujer rotunda y feliz, como manos ágiles y constante sonrisa. El templo de Kojin más famoso está en las tierras Shosuro, donde un puñado de samurai Escorpión siempre puede ser encontrado rezando a la Fortuna para que les guíe cuando cocinen. Curiosamente, pocos de los suplicantes son amas de casa.

Koshin.

Aunque la mayoría de rokuganíes no suele viajar a menudo, la Fortuna de los Caminos es popular entre el Clan Unicornio y los Heraldos Miya. Aquellos que se embarcan en largos viajes suelen llevar amuletos para buscar su favor, y los familiares rezan a la Fortuna de los Caminos para un viaje seguro para sus queridos. Una de las Fortunas más caprichosas, Koshin no se asocia mucho con otras Fortunas. Suele favorecer a aquellos quienes se fijan su propio camino y lleva la ruina a quienes intentan restringir un viaje justo en sus caminos. El mayor de los templos de Koshin está en Heigen Toshi, una gran ciudad comercial en tierras Grulla. La mayoría de los jefes de caravanas piden la bendición de Koshin antes de embarcarse en largos viajes, o hacen ofrecimientos en una de sus capillas en agradecimiento por viajes seguros.

Kuroshin.

La Fortuna de la Agricultura trabaja estrechamente con Inari y Henro-Ji-Jin, y es reconocida por la misma gente que venera a las Fortunas del Arroz y del Cultivo. Los granjeros están, naturalmente, entre los más fervientes de aquellos que buscan su favor, especialmente aquellos que mantienen una granja de seda o de manadas de animales. Kuroshin es una Fortuna paciente y paternal, favoreciendo a aquellos que desean aprender las sendas de la tierra y hacer sus vidas parte de ella. Frunce el ceño ante aquellos que abusan de la generosidad de la tierra, y cuando se enfada provoca que fértiles campos se transformen baldíos en una sóla estación. Las llanuras del Unicornio son el hogar del templo más respetado de Kuroshin, donde los campesinos Unicornio rezan constantemente para ganar el favor de la Fortuna para sus interminables tareas.

Musubi-no-Kami.

La segunda de las Fortunas Sin Nombre, Musubi-no-Kami se ocupa de los matrimonios en Rokugan. No se le conoce género, y cambia de forma a voluntad para representar su propia mente. Musubi-no-Kami es venerada por los casamenteros que desean encontrar sabias oportunidades para sus clanes, y por samurai solteros que desean encontrar un amor verdadero. La Fortuna del Matrimonio guía a parejas previstas a juntarse, y a veces ayuda a matrimonios con problemas si el corazón de los dos está puesto en ser el marido o la esposa adecuada. La astuta familia Otomo se ocupa del más famoso de los templos de Musubi-no-Kami, y suelen ocuparse de los deberes casamenteros.

Osano-Wo.

La más poderosa y popular de las Fortunas menores es la Fortuna del Fuego y el Trueno, y la patrona de los bushi. Los shugenja deben invocar su nombre para realizar sus más impresionantes hechizos, y los guerreros de todo el Imperio le rezan para obtener su guía en la senda del guerrero. Osano-Wo fue una vez el mortal Hida Osano-Wo, Campeón del Cangrejo de su tiempo que se convirtió en Fortuna tras su muerte. Osano-Wo es infame por su naturaleza obstinada y agresiva, y no ha permitido que la inmortalidad haya suavizado su naturaleza Cangrejo. La ciudad Mantis de Toshi no Inazuma es el hogar del espectacular y antiguo Templo de Osano-Wo. La Fortuna del Fuego y el Trueno desciende de los Cielos en forma de relámpago una vez al año sobre el templo para demostrar su continuo favor sobre sus monjes.

Suitengu.

Al igual que Isora, la Fortuna del Mar es una solitaria y aislada figura, rara vez representada junto a otra Fortuna o mortal. Es una Fortuna fría y celosa, que tiende a castigar a aquellos que se llaman así mismos maestros del mar o que entran en sus dominios sin rezar primeramente por su benevolencia. Además de para apaciguar su ira impredecible, los mortales rezan a Suitengu para obtener buenas pescas y mantenerse a salvo de tormentas. La Aldea de las Aguas Claras en las tierras Cangrejo posee la más antigua y frecuentada de las capillas de Suitengu. Como casi cualquier kobune viaja alguna vez a la ciudad, muchos son los marinos que rezan allí cada día.

Tengen.

Una Fortuna popular entre los eruditos y shugenja, la Fortuna de la Escritura es una figura sabia y anciana. Aunque no es tan poderosa como las Siete Fortunas, Tengen es tenida en igual consideración que el padre retirado de un daimyo, quien es respetado por su sabio consejo. Tengen es una Fortuna callada y pensativa, y favorece a aquellos que entienden el poder de las palabras escritas. Los shugenjas sabios le rezan diariamente. El más antiguo y famoso de los templos dedicados a Tengen está en las Bibliotecas Ikoma.

Toyouke-Omikami.

La Fortuna del Grano de Maíz es venerada muchos menos que Inari, la Fortuna del Arroz. El pan nunca ha sido popular en Rokugan, y pocos granjeros deben confiar en buenas cosechas de grano para poder pasar el año. Es popular entre los campesinos Unicornio, sin embargo, ya que el grano es la comida básica para sus poderosos caballos de guerra. Toyouke-Omikami no siente ni rivalidad ni odio por Inari ya que simplemente acepta su lugar en el Orden, mostrando su favor a aquellos que le veneran correctamente para sus cosechas. Los campesinos Fénix, con la ayuda de la Hermandad, construyeron hace tiempo lo que aún es el más grande de los templos para esta Fortuna, ya que el frío clima de su hogar en Ukabu Mura no alienta a confiar en el arroz.

Uzume.

La alegre y amistosa Fortuna del Baile es un contraste entre muchos inmortales de rokugan. Muchos bailes en el Imperio son serios y asuntos rituales, y hay tantos como juergas de borrachos. Uzume disfruta con ambos tipos y danza a lo largo de Tengoku. Pocos pueden atraer la ira de la Fortuna del Baile, quién tiende a mostrar su enfado con aquellos quienes se toman demasiado en serio la vida en detrimento de ellos mismos o aquellos a su alrededor. Uzume posee dos capillas en constante competición, en términos amistoso, para ser la más prominente de las estructuras devotas de la Fortuna. Una se localiza en los Templos Asahina, mientras que la otra está cerca de Shiro Ide.

Yama-no-Kami.

Poco se sabe acerca de la enigmática tercera Fortuna Sin Nombre. Su única capilla está en la distante frontera del norte, en territorio del Clan del Tejón. Una misteriosa y reclusiva orden monástica atiende la capilla. Se dice que sólo miembros de la Orden de la Piedra conoce el nombre de la Fortuna, y el por qué elige recluirse tan lejos del Imperio.

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